La endodoncia, comúnmente conocida como tratamiento de conducto, es un procedimiento odontológico esencial que puede salvar un diente gravemente dañado o infectado.
A pesar de su importancia, existen muchos mitos y malentendidos en torno a este procedimiento. En este artículo, desmitificaremos el proceso de endodoncia, abordaremos algunos mitos comunes y ofreceremos información sobre el cuidado posterior a la endodoncia.
Explicación del procedimiento de endodoncia
La endodoncia es un procedimiento en el que se trata la parte interna del diente, conocida como pulpa. Cuando la pulpa está dañada debido a un traumatismo, una caries profunda, una lesión o una infección, es necesario llevar a cabo una endodoncia para mantener el diente en boca y aliviar el dolor. El procedimiento generalmente sigue estos pasos:
- Anestesia: Se administra anestesia local para adormecer la zona y garantizar que el paciente esté cómodo durante todo el proceso.
- Acceso a la pulpa: Se crea una pequeña abertura en la corona del diente para acceder a la pulpa.
- Eliminación de la pulpa: La pulpa dañada o infectada se retira cuidadosamente.
- Eliminación de los nervios: se debe limpiar todos los conductos que están a lo largo de las raíces. Este procedimiento puede ser más o menos largo dependiendo del número de conductos y la anatomía de los mismos.
- Relleno y sellado: Se rellena el espacio vacío con un material especial y se sella la abertura para prevenir futuras infecciones.
- Restauración: se debe reconstruir la zona tratada y posteriormente se colocará una corona para fortalecer el diente y restaurar completamente su función.
Mitos Comunes sobre los Tratamientos de Conducto
Mito 1: “Los tratamientos de conducto son dolorosos”
Realidad: Los avances en anestesia y técnicas han hecho que los tratamientos de conducto sean prácticamente indoloros. La mayoría de los pacientes reportan una molestia mínima durante el procedimiento.
Mito 2: “La endodoncia causa enfermedades”
Realidad: No hay evidencia científica que respalde la idea de que la endodoncia cause enfermedades en otras partes del cuerpo. En realidad, la endodoncia es un procedimiento seguro que elimina infecciones y evita la propagación de bacterias.
Mito 3: “Es mejor extraer el diente que hacer una endodoncia”
Realidad: Conservar los dientes naturales siempre es preferible siempre que sea posible. Los tratamientos de conducto permiten salvar dientes y mantener la función y la estética bucal.
Cuidado posterior a la endodoncia: ¿qué esperar?
Después de someterte a un tratamiento de endodoncia, es importante seguir algunas pautas para asegurar una recuperación exitosa:
- Sensibilidad: Es normal experimentar sensibilidad en el diente tratado durante algunos días. Esta sensibilidad generalmente disminuye con el tiempo.
- Cuidado oral: Mantén una higiene oral rigurosa. Cepilla y usa hilo dental regularmente para prevenir infecciones y mantener la salud bucal.
- Evita masticar en el lado tratado: Durante los primeros días, trata de evitar masticar con el diente tratado hasta que se complete el proceso de restauración.
- Sigue las recomendaciones del dentista: Sigue las indicaciones y citas de seguimiento proporcionadas por tu dentista para asegurarte de que el diente se recupere adecuadamente.
La endodoncia es un procedimiento que puede salvar dientes y aliviar el dolor. Al comprender el proceso real y desmitificar los conceptos erróneos, puedes tomar decisiones informadas sobre tu salud bucal. Recuerda que cada caso es único, así que si tienes preguntas o preocupaciones, no dudes en consultarnos.
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