El mal aliento o halitosis es un problema que preocupa a muchas personas. Generalmente, este problema tiene origen en la boca, por la falta de una higiene oral adecuada. Pero es importante conocer qué supone realmente, qué lo causa y cómo prevenirlo ya que, en algunas ocasiones, puede ser un síntoma de un problema bucodental más grave.
Lo que debes saber de la halitosis para evitarla o darle solución.
- ¿Qué es la halitosis o mal aliento?
- ¿Cuáles son las causas del mal aliento?
- ¿Cómo prevenir el mal aliento?
- ¿Cómo se trata la halitosis?
1. ¿Qué es la halitosis o mal aliento?
La halitosis, mal aliento o mal sabor de boca es, generalmente, la consecuencia de la acumulación de restos de comida y bacterias en la zona oral, es decir, tanto en dientes como en encías y lengua. Diferente al “aliento de la mañana” o un aliento intenso que queda tras comer ciertos alimentos, la halitosis es un problema que se mantiene a lo largo del tiempo.
Es más, este mal aliento puede variar según el origen y su causa principal que, aunque suele ser la falta de higiene bucodental, puede deberse a otros factores como veremos más adelante. Por otro lado, la halitosis puede incluso llegar a pasar desapercibida por algunos pacientes que la sufren, siendo las personas de su entorno quienes se dan cuenta del problema.
En general, el mal aliento puede llegar a generar vergüenza e incluso ansiedad en algunas personas conscientes de su existencia. Por ello, muchas recurren a gomas de mascar, pastillas de menta, enjuagues bucales u otros productos que, desafortunadamente, solo enmascaran el problema. Es decir, sólo son medidas temporales que no combaten esta patología desde su causa principal.
Y aunque gracias a la sensibilización de la personas sobre la relevancia de la higiene oral este problema ha ido decayendo en los últimos años en España, todavía existe una gran parte de la población que lo sufre. Si eres una de esas personas debes saber que puedes acudir al dentista para determinar cuál es la causa principal del problema y conocer cómo abordarlo.
2. ¿Cuáles son las causas del mal aliento?
Como hemos comentado, la halitosis suele tener su origen en la zona oral a causa de la acumulación de bacterias. Y si bien en el 60% de los casos es así, existe otro 20% de casos cuyo origen es distinto. Por ello, para abordar el problema y darle solución, es necesario llevar a cabo un diagnóstico preciso que determine el origen y causa, entre las que se encuentran:
2.1. Una higiene oral deficiente.
La falta de higiene oral tras cada comida hace que los restos de alimentos se acumulen entre dientes y encías provocando la proliferación de bacterias. En este caso, tanto la descomposición de los restos de comida, como la acumulación de bacterias (que a largo plazo genera una capa pegajosa o placa bacteriana cada vez más difícil de eliminar) pueden provocar halitosis.
Además, es importante tener en cuenta la saburra lingual (capa de suciedad blanquecina sobre la lengua), ya que también puede atrapar bacterias que produzcan mal olor. Por ello, en este caso sería de gran importancia realizar una buena higiene oral con el uso del cepillo, hilo interdental y raspador de lengua, además del colutorio.
Por otro lado, la higiene oral deficiente puede causar halitosis en pacientes con prótesis removibles. En estos casos si, por ejemplo, las dentaduras postizas tampoco se limpian con regularidad, o bien, no llegan a calzar de forma adecuada, también pueden quedar partículas de alimentos donde proliferen las bacterias que causan mal aliento.
2.2. Problemas y enfermedades orales.
A raíz de esta deficiente higiene oral pueden desarrollarse otro tipos de patologías como las caries, la gingivitis o la periodontitis. Y es que tanto la caries como las enfermedades periodontales son provocadas por el acúmulo de placa bacteriana entre dientes y encías. Además de la necrosis o putrefacción de los restos de alimentos, en el peor de los casos las bacterias presentes en la cavidad oral pueden llevar a procesos infecciosos que causen halitosis.
Otros problemas orales que causarían mal aliento serían las heridas quirúrgicas después de una cirugía oral (como en el caso de una extracción dental); la candidiasis oral, una infección por hongo, que se manifiesta mediante lesiones blancas en los tejidos blandos acompañadas de enrojecimiento; el escorbuto, una condición provocada por una carencia de vitamina C, etc.
2.3. Sequedad bucal o xerostomía.
La saliva es uno de los primeros elementos en intervenir en el proceso de digestión, ayudando a limpiar la boca de aquellas partículas que causan mal olor. Por ello, las personas que padecen xerostomía y que tienen una producción de saliva anormalmente baja pueden sufrir halitosis.
2.4. El tabaquismo y el alcoholismo.
Consumir tabaco en todas sus formas y beber alcohol no sólo suponen un deterioro para la salud general, sino que afectan gravemente a la salud oral. Una de los síntomas habituales tanto del tabaquismo como del alcoholismo es el mal aliento. En estos casos también existe una mayor propensión a sufrir enfermedades como la periodontitis que, como ya hemos comentado, es un proceso infeccioso que también puede provocar halitosis.
2.5. Problemas del aparato del respiratorio.
Además de la cavidad oral, existen algunos problemas del aparato respiratorio que cuentan con síntomas como el mal aliento. Entre estas afecciones encontramos: la rinosinusitis, una inflamación de la mucosa de la nariz y los senos paranasales o la garganta; la rinorrea, una secreción nasal continua; la obstrucción nasal por malformaciones o enfermedades que llevan a infecciones; la desviación del tabique nasal que estrecha las fosas nasales; la respiración bucal, que afecta a la composición y cantidad de bacterias presentes en la saliva: la amigdalitis; la bronquitis; las neumonías; los abscesos pulmonares; los carcinomas de pulmón, etc.
2.6. Problemas del sistema digestivo.
Aunque no son tan habituales, la gastritis, las úlceras grastroduodenales, la enfermedad inflamatoria intestinal, el reflujo crónico de los ácidos estomacales (reflujo gastroesofágico o GERD), el divertículo de Zenker (protusión de las capas mucosa en la unión faringoesofágica) o la hernia de hiato entre otros problemas del sistema digestivo pueden asociarse con el mal aliento.
2.7. El consumo de ciertos medicamentos.
Los compuestos de algunos medicamentos recetados, al ser digeridos y trasportados al torrente sanguíneos, también pueden provocar mal aliento como efecto secundario. Por otro lado, también hay medicamentos que alteran la producción de saliva y, como hemos comentado, la sequedad oral puede llevar a la halitosis.
2.8. El consumo de cierto alimentos.
Como seguramente ya sabes, el ajo, la cebolla, algunas especias pero, también, el queso o el huevo pueden provocar mal aliento. En primer lugar, el olor de estos alimentos durante la digestión puede volver por el esófago y emitirse al hablar o respirar. En segundo lugar, una vez realizada la digestión, también puede persistir el mal olor al ingresar al torrente sanguíneo y llegar hasta los pulmones, desde donde se exhala.
Por otro lado, el café también puede causar mal aliento. Y es que al consumirlo en exceso puede provocar sequedad oral y mal aliento en consecuencia. No obstante, si bien una vez se eliminan del organismo estos alimentos el problema cesa, hay que tener en cuenta que pueden causar halitosis si se consumen de forma continuada.
3. ¿Cómo prevenir el mal aliento?
Con el objetivo de evitar el mal aliento o halitosis, especialmente en aquellos casos cuyo origen se encuentra en la zona oral, o bien, se debe a ciertos hábitos, recomendamos:
- Realizar una higiene oral adecuada en casa, usando de forma correcta el cepillo, la seda o hilo dental, así como realizando una limpieza regular de la lengua. El uso de colutorio para camuflar el mal aliento no atacará la raíz del problema, por ello también es importante:
- Acudir a revisiones bucodentales periódicas. Las revisiones permiten prevenir y detectar problemas orales prontamente. Mantener en el mejor estado la salud oral es fundamental no sólo para conservar la integridad de dientes y encías, es decir, evitar problemas y enfermedades, sino que también ayuda a mantener un equilibrio en la cantidad y calidad de bacterias causantes del mal aliento.
- Realizar limpiezas profesionales. Además de la higiene oral en casa, es importante realizarse profilaxis con una frecuencia recomendada por el especialista. Esto ayudará a eliminar de forma eficiente la placa bacteriana que, inevitablemente, se va acumulando entre dientes y encías y puede causar mal aliento entre otras enfermedades.
- Evitar hábitos como el consumo de tabaco o alcohol, o bien, ciertas dietas muy proteicas, o bien, poco calóricas o bajas en carbohidratos (especialmente si no están supervisadas). Lo recomendable es seguir una dieta equilibrada.
- Evitar alimentos como el ajo, la cebolla, algunas especias, queso o huevo, así como el consumo excesivo de café.
- Intentar respirar siempre por la nariz y beber mucha agua, especialmente si se sufre de sequedad bucal.
4. ¿Cómo se trata la halitosis?
Si estas recomendaciones para prevenir el mal aliento o halitosis no han funcionado, será necesario acudir al especialista para determinar la causa de la patología. Si el problema es de origen oral, el dentista determinará el tratamiento odontológico más adecuado en función de la enfermedad causante de este problema, por ejemplo, la caries o la periodontitis. Si no es el caso, deberá ser otro tipo de especialista quien determine el origen del problema y lo trate.