La higiene oral es uno de los hábitos más importantes para mantener en buen estado de salud nuestros dientes y encías. Cepillarse los dientes tras cada comida es fundamental para evitar la proliferación de placa bacteriana, que es la principal causante de problemas como la caries y las enfermedades periodontales que pueden llevar a la pérdida de piezas dentales. Es por ello que muchos pacientes nos preguntan si hay un cepillo de dientes mejor que otro. Si bien el mejor cepillo de dientes es aquel que vayas a usar a diario con la técnica adecuada, vamos a hablar un poco más en detalle de este tema para aclarar todo tipo de dudas.
Qué debes tener en cuenta a la hora de elegir el cepillo de dientes adecuado.
- El tamaño del cabezal del cepillo.
- El material y disposición de las cerdas.
- La dureza de las cerdas del cepillo.
- El tipo de cepillo: eléctrico vs. manual.
- La técnica de cepillado adecuada.
1. El tamaño del cabezal del cepillo.
El tamaño del cabezal del cepillo debería adaptarse al espacio en la boca. Por esta razón, habrás observado que existen cepillos con cabezales más pequeños y estrechos y otros de tamaño convencional. En este sentido, debes priorizar poder acceder a todos los rincones con facilidad y comodidad.
En muchas ocasiones, deberás ir probando con distintos tamaños de cabezal para dar con aquél que mejor te permita realizar una correcta higiene. Y si con un cepillo destinado a la higiene oral de niños (ya que generalmente sus cabezales son más pequeños), tu cepillado es el óptimo, sigue usándolo.
Igualmente, si sigues teniendo dudas de qué tamaño de cabezal es mejor para ti, no dejes de consultar con tu dentista. Piensa que tanto odontólogos como higienistas en las revisiones y limpiezas profesionales vemos cuáles son aquellos rincones menos accesibles y con mayor necesidad de higiene, por lo que podemos ayudarte a decir.
2. El material y disposición de las cerdas.
Por otro lado, además del tamaño del cabezal también es importante tener en cuenta el tipo de material de las cerdas. Y aunque apostamos por el uso de cepillos ecológicos, por ejemplo, mediante el uso de mangos reutilizables, sí que es cierto que, a la hora de optar por un material sintético o natural en las cerdas, es mejor elegir las cerdas sintéticas.
El material sintético permite un arrastre mejor de la placa bacteriana y repele las bacterias con más facilidad que las cerdas confeccionadas con materiales orgánicos. Especialmente si estas cerdas se cruzan, ya que una disposición cruzada de esta fibras permite un mejor acceso a los espacios interdentales, más difíciles de limpiar.
3. La dureza de las cerdas del cepillo.
En este caso, la elección va a depender de la sensibilidad de los dientes y el estado en el que se encuentre el esmalte y las encías. Por esta razón, es fundamental, que ante cualquier duda, sigas las recomendaciones del odontólogo y no temas preguntar si nunca se habéis hablado de cuál cepillo de dientes elegir. Es probable que recomiende:
- Cerdas muy suaves y blandas si el paciente es un niño o un adulto con sensibilidad dental, una mucosa oral afectada por una lesión o que haya padecido previamente alguna enfermedad periodontal (gingivitis o periodontitis), o bien, con abrasión dental.
- Cerdas de dureza media que se recomendarán a la mayoría de pacientes sin problemas mayores en dientes y encías y a niños a partir de los 12 años.
- Cerdas duras, cuando no exista ninguna contraindicación y pueda recomendarse para limpiar prótesis, o bien, a pacientes que lleven ortodoncia fija, ya que es un tipo de tratamiento que dificulta la higiene oral, por lo que hay que prestar especial atención.
4. El tipo de cepillo: eléctrico vs. manual.
El mejor será aquel que te anime más a realizar una higiene oral efectiva tras cada comida. Y es que si bien, muchas personas han podido oír hablar de que los cepillos eléctricos son mejores que los manuales, esto no es del todo cierto. Cada uno tiene unas características que pueden hacer que su uso sea más óptimo para unas personas u otras. Veamos cuáles:
- El cepillo eléctrico permite ejercer una presión controlada y, con algunos, incluso controlar el tiempo que dedicas al cepillado. Los movimientos del cabezal son óptimos para eliminar la placa, no obstante, algunas personas tienen una mayor dificultad para acceder a todas las zonas.
- El cepillo manual, por otro lado, resulta mucho más fáicl de manejar. Con ellos es posible controlar la presión que se ejerce, confieren un control total sobre los movimientos, puedes acceder a todos los recovecos y, además, son más económicos y fáciles de transportar.
Por tanto, todo de pende de las preferencias de la persona, ya que ambos pueden ser igualmente efectivos cuando se usan de forma rigurosa tras las comidas y se aplica la técnica de cepillado adecuada con ellos:
5. La técnica de cepillado adecuada.
Como hemos ido comentando, además de las características de las cerdas (que deben adaptarse a las condiciones de salud de encías y dientes) lo que importa es la técnica que se aplica a la hora de realizar una higiene oral efectiva. Una técnica demasiado agresiva puede desgastar el esmalte e incluso dañar la mucosa.
Por otro lado, un cepillado insuficiente en términos de duración y técnica, así como de frecuencia también puede ser perjudicial para la salud oral aun cuando el cepillo sea el apropiado. Entonces, ¿qué debes tener en cuenta a la hora de cepillarte los dientes para realizar una higiene oral efectiva?
- El cepillado debería realizarse idealmente unos 20 o 30 minutos después de cada comida, sino, al menos debe realizarse tras el desayuno, la comida y la cena.
- El cepillado debe durar alrededor de tres minutos, o bien, más si se debe realizar con mucho cuidado ante la presencia de algún tipo de enfermedad o problema.
- Colocando el cepillo en horizontal y realizar movimientos suaves en esta dirección para llegar al especio entre encías y dientes, donde más placa se acumula.
- A continuación, usa movimientos circulares inclinando el cepillo 45º con respecto al eje de la encía para completar el cepillado de los dientes.
- Debes recordar dedicar un tiempo prudencial a todas las caras de los dientes. Especialmente las muelas que deben cepillarse en todas direcciones.
- Para evitar la acumulación de placa bacteriana en los espacios interdentales es fundamental completar el cepillado con el uso de seda o hilo interdental.
- Tampoco debes olvidar limpiar las mequillas y la lengua. Para ello muchos cepillos cuentan con una cara especial, pero con el cepillo regular puede realizarse.
- Después de cada cepillado hay que aclararse la boca con agua, o bien, enjuagues orales en función de las necesidades específicas de cada persona.
Recuerda cambiar o sustituir el cabezal de tu cepillo de dientes cuando las cerdas se hayan desgastado o estén en mal estado. Si consideras que las cerdas todavía están bien, es recomendable hacer el cambio cada 3 meses ya que, de esta forma, puedes evitar la acumulación de gérmenes que afecten a tu salud oral.
Último pero no menos importante, si bien la higiene bucodental en casa es fundamental, esta no puede sustituir a las higienes profesionales que se realizan en consulta. Es importante acudir al dentista para realizar revisiones del estado de salud de dientes y encías así como para realizar limpiezas profesionales que permitan eliminar de forma efectiva la placa bacteriana.