Es posible que lleves mucho tiempo sin ir al dentista. Incluso la idea de acudir a una simple revisión, o bien, realizar una limpieza profesional que sabes que necesitas te produce ansiedad o un miedo que reconoces como irracional. ¿Por qué? ¿Qué sucede? Si te sientes identificado con esta sensación es porque tienes una fobia específica, la odontofobia, un miedo al odontólogo que es importante superar para cuidar de tu salud oral. Por ello, te explicamos en qué consiste y las herramientas a tu disposición para que el paso por el dentista no sea tan duro.
Conoce en qué consiste la odontofobia y cómo superarla.
- ¿Qué es la odontofobia y qué detonantes tiene?
- ¿Qué consecuencias puede tener no acudir al dentista?
- ¿Qué hacer para superar el miedo al dentista?
1. ¿Qué es la odontofobia y qué detonantes tiene?
Como seguramente ya sabes, la odontofobia es el miedo, o bien, el estado de ansiedad o angustia que sufre una persona ante la perspectiva de acudir al dentista. De hecho, este miedo al odontólogo es más común de lo que parece. Se estima que afecta en mayor o menor medida a un 15% de la personas y, en la mayoría de casos, esta fobia está relacionada con un condicionamiento aversivo.
Dicho de otro modo, la odontofobia suele aparecer ante condicionantes negativos, especialmente entre aquellas personas que han sufrido malas experiencias previas. Y es que, aunque otros pueden ser los factores por los que una persona siente fobia, generalmente, las experiencias desagradables suelen ser los detonantes. Por ejemplo, haber sentido un gran dolor durante algún procedimiento odontológico.
No obstante, es fundamental saber que esta fobia puede superarse y que existen tratamientos de cada vez menos invasivos así como técnicas pensadas para pacientes que sienten miedo. Experimentar dolor en procedimiento no es lo habitual en las clínicas dentales especializadas. Por ello, si sientes dolor en la zona oral y piensas que tienes un problema, es importante acudir al dentista ya que puede haber consecuencias para la salud bucodental.
2. ¿Qué consecuencias puede tener no acudir al dentista?
Cuidar la salud bucodental es fundamental para el bienestar global de las personas. Aunque un paciente nunca haya presentado problemas mayores en el estado de salud oral, existen algunas razonas por las que acudir a revisiones periódicas es fundamental para prevenir la aparición de enfermedades.
2.1. Acumulación de bacterias en la cavidad oral.
Aunque la rutina de higiene oral en casa sea excelente, con el tiempo, es inevitable que haya un acúmulo de placa bacteriana entre dientes y encías, incluso llegando a experimentar la acumulación de cálculo dental o sarro, más difícil de eliminar.
Esta proliferación de bacterias en la boca puede tener consecuencias para la salud de dientes y encías. En primer lugar, puede llegarse experimentar caries. En segundo lugar, las bacterias pueden llegar a provocar enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis). Y en ambas situaciones, las afecciones pueden agravarse hasta experimentar la pérdida de la pieza dental afectada y el deterioro de la encía y el hueso alveolar.
Por esta razón, es fundamental acudir a revisiones periódicas y limpiezas profesionales que se desarrollan de forma indolora para el paciente, y que permiten mantenr en óptimas condiciones el estado de salud de la cavidad oral. Siempre hay que recordar que la prevención es siempre el mejor tratamiento.
2.2. Problemas de posición dental o bruxismo.
Por otro lado, aunque no en todos los casos, es posible llegar a desarrollar otros problemas que afecten a la salud bucodental. Uno de ellos es la malposición dental a causa de una falta de tratamiento en la etapa infantil o adolescencia, o bien, a causa de la erupción de las muelas del juicio que hayan desplazado unos dientes previamente alineados.
A la larga, una de las consecuencias que tiene la malposición es la complicación de higiene oral, pero también molestias al masticar y dolor en músculos faciales o mandibulares. De hecho, se puede llegar a desarrollar problemas como el bruxismo que, aunque también aparece por estrés y otros factores, resulta un problema que afecta a dientes y encías.
En general estos problemas acentúan el desgaste prematuro de los dientes, ya sea porque la mordida no es la correcta al no encajar los dientes, o bien, porque haya un apretamiento o rechinamiento excesivo. En ambos casos un diagnóstico a tiempo, puede llevar a un tratamiento sin dolor y cómodo para el paciente, mediante sistemas cómodos de ortodoncia como Invisalign, o la colocación de férulas de descarga o tratamiento con bótox.
Por lo que si has llegado a desarrollar esta fobia, es importante que entiendas que por tu salud oral, hay que dar el paso para superarla.
3. ¿Qué hacer para superar el miedo al dentista?
3.1. Investigar sobre soluciones, tratamientos y técnicas odontológicas que puedan ayudarte.
Generalmente aquellas clínicas que tienen pacientes con odontofobia saben lo importante que es tener a su disposición información útil y práctica con respecto a tratamientos mínimamente invasivos y procedimientos que puedan ayudarles a tener una experiencia mucho más tranquila y sin dolor, una de las razones principales de que no acudan al dentista. Por ello, es útil buscar información online sobre soluciones dentales así como:
3.2. Buscar una clínica dental que ofrezca tratamientos dentales para pacientes con odontofobia.
Además de los avances que hay en los distintos tratamientos de odontología, una técnica en concreto, la sedación consiente que aplican algunas clínicas dentales, puede facilitar cualquier tipo de intervención tanto para el paciente como para el profesional. El estado de relajación que siente el paciente ante cualquier intervención es máximo y, a diferencia, de una anestesia, permanece despierto.
3.3. Aplicar técnicas de relajación y utilizar las herramientas a tu alcance que puedan ayudarte.
Aunque escoger un centro dental en el que la atención al paciente con odontofobia sea la adecuada y en la que se apliquen las técnicas que hemos mencionado, también es importante que el paciente pueda aprender a usar ejercicios en su beneficio para relajarse. Las técnicas de relajación, respiración o la distracción con otras actividades funcionan para muchos pacientes. La idea es que poco a poco vaya superándose el miedo al dentista para tener un estado de salud bucodental óptimo.